Casi 250 personas se reunieron en más de 40 ubicaciones en 10 países en la Región de Mesoamérica para compartir el evangelio de maneras creativas a través del proyecto Misiones sin Límites.
Misiones sin Límites es un proyecto a corto plazo que emergió de una necesidad de ministrar a la comunidad local durante la pandemia de COVID-19. Esta oportunidad misionera consistió en grupos de hasta 10 voluntarios misioneros que sirvieron a sus comunidades durante siete días mientras seguían todas las precauciones de salud y seguridad pertinentes.
Durante las semanas del 14 al 20 de diciembre de 2020 y el 4 al 10 de enero de 2021, personas de todas las edades se reunieron en toda la región. Cada grupo local comenzó orando y cumpliendo las necesidades de sus vecinos. En algunos lugares, esto se hizo virtualmente por el gobierno de cada país.
El mensaje del evangelio se compartió a través de intérpretes contando historias bíblicas, Días de Trabajo y Testigo, talleres de nutrición y reciclaje, competiciones deportivas, equipos médicos y de limpieza, escuelas bíblicas y la distribución de kits de higiene, suministros escolares, alimentos y ropa, entre otras cosas.
Los jóvenes fueron valientes en abidar responsablemente por todas las medidas de salud y seguridad mientras continuaban compartiendo el evangelio, dijo Mitzi Villegas, coordinador de comunicaciones de Misiones sin Límites. Es emocionante ver cómo los grupos pequeños y los ministerios locales son liderados por el Espíritu Santo para transformar sus comunidades adaptadas en un contexto de atención de la salud global.
El proyecto emergió como una forma de pensar en misiones de una manera «glocal». Mientras que los equipos sirven localmente, llevaron a cabo su trabajo con una comprensión del impacto global del reino de Dios. Al mismo tiempo, las iglesias hicieron conexiones con personas de otros países y culturas ya que el proyecto se está desarrollando simultáneamente en varias áreas en la región.
Mi experiencia en Misiones virtuales sin Límites fue hermosa y sorprendente porque conocía una forma diferente de hacer misiones, dijo Narda Paz, un voluntario que sirvió con los distritos del Golfo y Oaxaca de México. Me llenó de alegría ver que las personas que me importan pudieron escuchar el mensaje de salvación en las videollamadas y recibirlo en sus corazones. Además, gracias a Dios que pudimos trabajar con el NCM en el Distrito de Oaxaca para dar zapatos a los proveedores de limpiaparabrisas en los semáforos. Espero que todas estas actividades puedan inspirar a otros hermanos y hermanas a compartir el amor y la esperanza que tenemos en Dios de maneras creativas y así continuar expandiendo el reino de Dios.
Mitzi Villegas dijo que Misiones sin Límites transformaron tanto a las comunidades como a los misioneros voluntarios. Esta experiencia se caracterizó por lo que era nuevo: nuevas llamadas, nuevos ministerios, nuevos creyentes que necesitan ser discipulados, nuevas iglesias plantadas y una nueva forma de pensar sobre las misiones.
Continuemos soñando con formas de continuar sirviendo a nuestras comunidades, dijo Villegas. Su amor no termina, su compasión no se agota, y su misión no tiene límites.
