Acabamos de completar la temporada de Adviento y la llegada del Mesías. Jesús vino cumpliendo la profecía de Isaías:
Para nosotros un niño nace,
a nosotros se nos da un hijo,
y el gobierno estará en sus hombros.
Y se llamará
Consejero maravilloso, Dios poderoso,
Everlasting Father, Príncipe de la Paz.
(Isaías 9:6-7)
Lo que sucede en una parte del mundo no está aislado pero nos impacta a todos. Esto es ciertamente cierto mientras reflexionamos sobre la pandemia y las formas en que ha tocado a todo el mundo. Esto también se puede decir del malestar político, que crea incertidumbre y desestabilización alrededor del globo. Es en estos tiempos precarios que el pueblo de Dios se vuelve hacia la esperanza segura y cierta que se encuentra en Jesucristo.
Como seguidores de Jesús, buscamos formas de ser amorosos, perdonador y caritativo. En el Sermón de Jesús en el Monte, nos recuerda: «Bendecidos son los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios» ( Matew5:9). Continúa diciéndonos que estamos llamados a ser sal y luz en nuestro mundo: «… deja que tu luz brille ante las personas, que puedan ver tus buenas obras y alabar a tu Padre en el cielo» ( Matew5:16).
Como el Señor que seguimos, estamos llamados a ser pacificadores y a tener un impacto positivo como sal y luz en nuestro mundo. Esto no se puede hacer aparte de la gracia de Dios experimentada a través del poder del Espíritu Santo.
Por lo tanto, la Junta de Superintendentes Generales está llamando a la Iglesia global de la Nazarena a una semana de oración y ayuno. Cuando la iglesia se une a la oración y actúa en unanimidad con la visión de Jesús, estamos seguros de que Dios hará lo que no podemos.
Únase a nosotros cada día de la próxima semana mientras nos enfocamos en la necesidad de la renovación espiritual dentro de la Iglesia y para sanar las grandes divisiones en nuestro mundo.
Lunes — Ore por la renovación espiritual y el avivamiento para venir a la Iglesia.
Martes — Ore por la paz y las oportunidades de mostrar el amor de Cristo a otros.
Miércoles — Ore por la iglesia perseguida en todo el mundo y por nuestros misioneros.
Jueves — Ore por aquellos que están sufriendo como resultado de la pandemia global.
Viernes — Ore por la unidad entre el pueblo de Dios y por la curación en todas las naciones.
Sábado: Ore por aquellos que aún tienen que venir a la fe en Jesucristo.
Domingo: Ore para que el Espíritu Santo nos llene nuevamente para que podamos estar empoderados para ser como Cristo en este mundo.
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Junta de Superintendentes Generales