Un grupo de 18 voluntarios del Distrito de Missouri de la Iglesia de la Nazarena en los Estados Unidos donó su dinero y tiempo de vacaciones para ayudar a construir una iglesia en la ciudad de Guazucua, ubicada a 30 minutos de la ciudad de Pilar en Paraguay.

El pastor de la iglesia de la misión en Guazucua, Flaminio Colmán, junto con su esposa Alicia y otras personas de la comunidad comenzaron a orar sobre el sueño de proporcionar a nuevos creyentes con un lugar de reunión para alabar a Dios y aprender a vivir la Gran Comisión.

La iglesia en Guazucua comenzó con el deseo de la familia Colmán de compartir el evangelio con sus padres y los hijos de la comunidad. Después de un tiempo, sus padres y vecinos aceptaron a Jesús en sus corazones y se comenzó un servicio de adoración en el hogar. Meses después, muchos aceptaron a Jesús en una campaña evangelística celebrada en la plaza de Guazucua.

El Colemans compartió con el superintendente, Pablo Tello, el sueño de construir una iglesia. Oraron durante un año, y la respuesta a esa oración fue la compra de tierra para construir la iglesia, así como la ayuda de un equipo de Work & Witness de la Iglesia de la Nazarena en el Distrito de Missouri de los Estados Unidos. Los  miembros de la iglesia colaboraron alegremente con el equipo de  Work & Witness de Missouri en la expansión del reino de Dios en esta parte del globo.

Aprendí que cada día debo despertar con el deseo de servir a Dios donde quiera que esté, dijo Shandra Clark, un pastor asociado en la Iglesia Clarence de la Nazarena, y un miembro del equipo de Work & Witness. Por primera vez, compartí mi testimonio de salvación. Dios me había estado diciendo que lo hiciera, y finalmente, lo hice con los jóvenes de la escuela que visitamos. Allí, Dios usó (mi testimonio) para muchos para dar sus corazones a Jesús.

Actualmente, 10 familias juntas se han convertido en la iglesia, y el ministerio de discipulado se lleva a cabo entre los niños cuyos padres aún no han venido a Jesús.

Estamos muy alentados a ver el Cuerpo de Cristo unido trabajando para extender el reino de Dios aquí en Paraguay, dijo Ángela Domroes, una misionera sirviendo en Paraguay. El trabajo es difícil de coordinar para aprovechar al máximo el tiempo y los recursos del equipo. Pero vale la pena [el esfuerzo] cuando pensamos en el impacto de la vida eterna que todos estos esfuerzos tienen y tendrán.

Iglesia de la Nazarena de América del Sur