Valores de discipulado
CINCO VALORES PARA EL VIAJE DE DISCIPULADO
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Oración ferviente
La oración es una parte esencial del discipulado. Es la base sobre la cual se construyen todos los demás esfuerzos ministeriales. Mientras oramos, Dios nos inspira a participar activamente en el mundo. A través de la oración, participamos en el poder transformador del Espíritu Santo, tanto para nosotros como para nuestro prójimo.
Extensión compasiva
Dios está continuamente llegando a preparar los corazones de las personas para recibir la salvación. La acción compasiva revela el amor de Dios por la humanidad. Es el cuidado de un discípulo por los no creyentes, tanto locales como globales, que pone rostro y mano a la gracia y el amor de Dios.
Aprendizaje bíblico integral
Aprender las Escrituras, mediante el estudio individual y grupal, ayuda a los discípulos a ser más como Cristo. Cuando estudiamos la Palabra de Dios, que es activa y viva, descubrimos quién es Dios, cómo ama Dios y cómo debemos amar a los demás.
Tutoría y equipo intencionales
La mentoría y el equipamiento es un proceso de discipulado que presenta a nuevos creyentes a Jesús y revela cómo seguirlo personal y plenamente. Además, orientar y equipar a otros en el viaje del discipulado es esencial para el crecimiento y la madurez cristiana.
Relaciones auténticas
El núcleo de nuestra fe y vida es amar a Dios y amar a los demás. Todos los comprometidos con la Gran Comisión deben participar en relaciones que honren a Dios y edifiquen el Cuerpo de Cristo. Las relaciones amorosas nos ayudan a caminar por el camino de la santidad a medida que recibimos aliento y corrección amorosa.